Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

Reclamar Coparticipación  Federal en escenarios unitarios

ISSN 2422-7226

(Año 2 / Edición Nro. 79 / 10 de Febrero de 2016 /Provincia de Santa Cruz)

Hoy con la llegada del nuevo gobierno nacional, el gran telón de fondo es, por cierto, el distorsionado régimen de coparticipación federal, que debería haber sido reformado hace casi 20 años, según se acordó en la reforma constitucional de 1994.

Durante la presidencia de Néstor Kirchner, en 2004 se preparó un proyecto que circuló informalmente entre las provincias. Pero, como en términos generales mantenía la actual distribución y además generaba un fondo afectado para la inversión pública que en la práctica sería manejado por Nación, no pudo avanzar.

Finalmente, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y a pesar del mejoramiento económico y social, nunca se planteó el tema. Siempre que se modificó el relacionamiento entre la Nación y las provincias se lo hizo a partir de la voluntad reformista del gobierno nacional y de su necesario liderazgo.

 

La crisis de recursos económicos en el Estado de Santa Cruz y la obra pública

Hoy, la provincia de Santa Cruz según lo manifestado por su propia gobernadora, Alicia Kirchner, se encuentra “quebrada”, reconociendo una profunda crisis económica y decretando una reducción del gasto, como así también pidiendo ayuda económica en las distintas reuniones mantenidas con el Presidente Macri y otras con el Ministro del Interior Rogelio Frigerio “… porque las cuentas no le cierran…”.

Sin embargo,   como sucedió con La Rioja durante el menemismo, Santa Cruz fue la provincia más beneficiada con las transferencias directas  del Estado en los doce años de kirchnerismo. Las transferencias directas  que no son otra cosa que transferencias discrecionales, entendiendo por estas  los dineros que  no están establecidos en ninguna norma, como puede ser la Ley de Coparticipación, sino por decisión del Poder Ejecutivo Nacional.

Pese a ser una de las provincias menos pobladas del país, según lo indica la Auditoría General de la Nación (AGN), Santa Cruz recibió fondos, sólo por debajo de Buenos Aires. Según muestran los números de ejecución presupuestaria que el Gobierno presenta cada año en el Congreso, la bendición de la Casa Rosada sobre esta provincia  cayó bajo la forma de transferencias millonarias para financiar obra pública y rutas.

Sólo en la primera década de gobierno, el kirchnerismo destinó $ 63.400,71 millones al tendido y la reparación de rutas a través de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV).   Santa Cruz  recibió  cerca de $ 6885 millones, casi el 11% de lo disponible. La siguió Buenos Aires, el distrito económico más importante, con menos del 10%.

La preferencia por transferir fondos a la provincia se corrobora también en otras áreas. Por caso, está vigente un Programa de Cooperación Económica y Financiera Hispano-Argentino, por el cual cada año se distribuyen millones para obras públicas a provincias, municipios e instituciones sin fines de lucro. También en ese caso, los habitantes del distrito patagónico fueron los mayores beneficiados entre 2008, el primer año completo de gestión de Cristina Kirchner y 2013.

 
Santa Cruz y el pensamiento del actual gobierno nacional 

Ahora, la grave situación económica de Santa Cruz salió a la luz con el pedido de ayuda que hizo la mandataria provincial en la reunión con el resto de los gobernadores, en la Quinta de Olivos ante el presidente Macri y las últimas declaraciones de “desentendimiento con el gobierno nacional” luego de las reuniones mantenidas con el Ministro del Interior Rogelio Frigerio.

Luego de la reunión con la gobernadora. A la noche, en el programa televisivo  “A dos Voces”, Frigerio casi cerró la posibilidad de un salvataje especial para la situación financiera de la provincia “kirchnerista”.

Dijo: «Es conocido el trato diferencial que ha tenido el Gobierno anterior con Santa Cruz. Pero según la propia gobernadora la provincia está quebrada. Y yo no le encuentro explicación», cuestionó.

Habrá formalidades que van a girar alrededor de “una nueva relación, otro tipo de diálogo con las provincias”, según apuntó, Rogelio Frigerio.

 

Conclusiones

Hoy, el Kirchnerismo queda preso de su propio juego y manera de gobernar, al no haber implementado una nueva Ley de Coparticipación Federal, habiendo tenido  mayoría en ambas cámaras, que hoy obliga a los gobernadores a caer rendidos ante  Macri por la necesidad de respuestas económica.

Prefirió durante todos estos años centralizar el poder y manejar discrecionalmente la OBRA PÚBLICA. Es que la obra pública es la llave de los gobernadores e intendentes  para sumar votos y garantizarse reelecciones. Así de importante es.

Por eso Macri hoy se encuentra con ésta herramienta cuyo plan es negociar la ejecución de obras a cambio de votos en el Senado, que estará dominado por el Frente para la Victoria con mayoría de representantes de provincias norteñas.

Por lo que en  la Cámara de Diputados ya se conformó  un bloque del PJ ortodoxo y alineado con los gobernadores, que ignorará los deseos de Cristina, rompiendo el Frente Para la Victoria y donde seguramente se irán sumando ante la imperiosa necesidad de recursos económicos. Este grupo tendrá como objetivo central negociar ley por ley con emisarios del macrismo.

Muchas veces desde el relato de “La década ganada”  se ha utilizado la palabra  “federalismo”, lo cierto es que hoy a pesar de haber llegado al gobierno nacional provenientes de una Provincia como Santa Cruz, donde las asimetrías son enormes, ha quedado demostrado que  la única “ley” para la distribución no fue formalizada mediante un esquema de coparticipación. Se perdió una oportunidad histórica   para nuestra provincia y el país todo.

También habla Macri de federalismo, y  sin embargo, entiende que la distribución de coparticipación debe hacerse por la cantidad de habitantes, sabiendo claramente quienes serán las provincias beneficiadas.   ¿Dónde queda la inclusión, el federalismo, la igualdad?

Si bien los actores cambian estamos frente a los gobiernos más “unitarios” de los últimos 30 años. Por lo señalado, llegar a tener una nueva ley no es una tarea sencilla. Pero es crucial enfrentar y resolver el problema, porque un buen sistema federal es una de las condiciones necesarias para aumentar la igualdad de oportunidades de todos los argentinos, acrecentar la competitividad de la economía, integrar el territorio nacional y mejorar la distribución de los ingresos. Para ello es primordial tener en cuenta los intereses estratégicos del país y reconocer que la estabilidad y la eficacia de las instituciones son fundamentales para el desarrollo social y económico de todo el territorio. Hay que pensar en la Nación como un todo porque ello permitirá que todas sus partes se desarrollen y se integren.

 

Por Diego Vega para Observador Central

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