Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

Desde Puerto Deseado abastece materia prima de alta calidad

Alejandro Tirachini es zootecnista, quien a la vez, junto a su hermano Eduardo, son propietarios de la estancia La Chaira, tercera generación de productores ganaderos. La estancia se encuentra ubicada en Patagonia Argentina, Provincia de Santa Cruz, localidad de Puerto Deseado. La historia de La Chaira la inicia su abuelo hace 103 años, y Alejandro, toma seriamente el compromiso, para darle continuidad al camino productivo de su familia, el cual estuvo atravesado por sequías, el fenómeno del Volcán Hudson en 1991. La necesidad para subsistir, sumar valor agregado a la materia prima le dió las razones suficientes para embarcarse en este proyecto. La Chaira tiene 43 mil hectáreas, en tres cascos diferentes, con una producción aproximada de 20.000 kilos de lana anuales. Sumado al esfuerzo de continuar con el proyecto familiar y a través de su visión  Alejandro le suma valor agregado, la cual empieza a gestarse hace 30 años en la época de la facultad, inspirado en un social demócrata alemán Karl Kautsky quien había escrito «La reforma agraria» y este autor sostenía que «…para que sean rentables los productos en el sector agropecuario debían llegar al cliente final sin intermediaciones» esto lo decía en 1845 en plena revolución industrial. Por su interesante proyecto y los logros alcanzados por este productor-empresario deseadense OC tomo contacto para poder conversar un poco más sobre su negocio textil, el cual inicia en Puerto Deseado y empieza a abrirse al mundo.

Alejandro ¿qué significa Koshkil?

Es la  marca de nuestros productos, Koshkil en lengua tehuelche significa Viento Patagónico. Elegimos ese elemento porque es el que más abunda por estos lares, es parte de la energía de nuestra naturaleza. Es una empresa que inicia hace aproximadamente 10 años South Latitud Argentina.

¿Podrías comentarnos en un poco sobre el proyecto?

El proyecto tiene como objetivo eliminar la intermediación al no poder lograr precios aceptables de las firmas internacionales de exportación de lanas, las cuales no compensaban las diferencias por mejora de calidad  que  aun hoy no son tenidas  en cuenta. Sabía que una empresa importante en Italia, que era donde nosotros enviábamos la lana Hermenegildo Zegna era y aún hoy es la mejor sastrería del mundo, con una calidad superior en la confección de sus prendas. Se me ocurrió comprar algunas las prendas de hombre y con esa mercadería me fui al INTI de Migueletes al CIT Centro de Investigación Textil y solicite que me analizaran como habían sido diseñadas y confeccionadas esas prendas, después de un mes me dieron los resultados del diagnóstico textil y mi consultor me asesoro para buscar máquinas para hacer los sweater. Al mismo tiempo notaba que yo no tendría la capacidad para manejar esas máquinas, entonces buscamos un socio para poder avanzar en el proyecto. Tres firmas fueron seleccionadas para elegir entre ellas. Seleccionamos una fábrica textil de una familia polaca, con larga trayectoria textil 50 años en fabricar sweater, hicimos un acuerdo para desarrollar el producto un Joint Venture y luego fundamos la empresa que se llamaba Patagonia Design a la que  tuvimos que cambiarle el nombre porque ya estaba patentado.  Seguimos desarrollando productos vendiendo al mercado interno y exportando a Chile. En ese entonces mi socio decide abrirse de la sociedad y  adquiero todas las acciones, pero tuve que cambiar la estrategia de la empresa ampliando la gama de productos siempre en fábrica de terceros.  Para  los productos de hombre utilizaba una fábrica y para mujer otra buscando la excelencia. Hoy en día estamos trabajando desde hace tres años, comercializando en el mercado interno con un local que hemos abierto en Bs As, en Recoleta y seguimos exportando a Chile, Brasil, y abriendo  nuevos mercados como  Colombia, Perú, Alemania y Rusia.

¿Que se considera al evaluar los mercados externos para expandirse?

La fundación ExportAR colabora muchas veces con propuestas e información, cuando quise ir a Brasil me di cuenta que necesitaba armar una empresa en Brasil y busque un socio y el año pasado fundamos con mi socio brasilero South Latitud do Brasil ampliando la comercialización en el estado de rio grande do soul y San Pablo. Analizamos permanentemente las posibilidades de crecimiento en el exterior para poder desarrollar y expandir nuestros productos, generamos contactos y participamos de ferias internacionales para tomar registro de lo que esta sucediendo afuera y conocer las necesidad del cliente para adecuar nuestras prendas. El año pasado inauguramos en el mercado argentino una nueva línea de productos camisetas de lana (primera piel) para alpinistas, sky, la industria minera y para personas que trabajan en la intemperie. Es un producto que abriga, conserva las condiciones corporales, no genera olor y confortable al uso. La tela que desarrollamos se llama Estratto que quiere decir capas en italiano.

¿Cómo es la cadena de valor y el proceso de elaboración?

Se selecciona la lana en origen en la estancia La Chaira, se lava y peina en Trelew, el hilado se realiza en la Hilandería Almafuerte en Lomas del Mirador Buenos Aires, respecto a la tejeduría trabajamos con una fábrica que está situada en Mar del Plata y otra en San Martin provincia de Bs As y mi antiguo socio que sigue haciéndonos prendas.

A su criterio ¿qué impacto  genera este negocio?

Para mí es importante porque se consigue introducir productos de lanas terminados de PD a mercados muy competitivos ya que en los mercados externos hay productos que son muy buenos como los chinos, italianos, etc. y la relación precio productos son muy aceptables. Comparando con nuestros productos y al no tener intermediarios tiene una relación precio producto muy aceptable, de esta manera hacemos conocer nuestra marca y nuestros diseños.

¿Cuál es su visión respecto al impacto económico que puede tener este proyecto, si se desarrolla ría íntegramente en PD?

Si conseguimos armar todos los procesos de  la cadena de valor en PD implicaría  en la comunidad un gran desafío en capacitación de recursos humanos para incorporar mano de obra, por ejemplo los jóvenes de la escuela industrial con capacitación especifica en temas textiles que implicaría incursionar en técnicas de procesos neumáticos de automatización en sus diversas etapas de mantenimiento, cambio de repuestos procesos básicos y en lo que concierne al diseño, colorimetría, estudios de marketing  y desarrollo de producto generaría un cambio en la industria cultural y un proyecto que nuclearía 300 personas aproximadamente. El objetivo es instalar la fábrica en Tellier, ya que es un punto estratégico de localización por la existencia de agua. Tendría un mix de producción 30 % para el mercado interno y el resto para exportación generando divisas para el país.

¿Fue beneficiado con la ley de promoción industrial?

Esta ley está muy bien hecha ya que trabaja sobre las plantas cuando las mismas empiezan a producir, es decir esta sujeta a la producción sin especulación posible. Se convierte en una ley muy sabia nosotros estamos buscando parte de financiación del proyecto y trabajando sobre el plan de negocio y el acceso a los créditos, actualmente no recibimos ninguna financiación de ninguna entidad.

¿Podría comentarnos cuál es su visión respecto a la actividad ganadera de zona norte?

La veo absolutamente viable, hay experiencias que se están permitiendo la incorporación de tecnología al campo que son muy interesante y por ello necesitamos permanente apoyo del INTA en la aplicación de tecnología para esta zona de esta manera se va a poder manejar muy bien la producción ganadera y si esta empresa se puede llegar a instalar aquí en Tellier va a haber un cambio estratégico en toda la zona. Primero porque los productores van a poder vender su lana a un precio razonable, al precio que corresponde. Además sería necesario hacer un gran acuerdo entre productores y crear una asociación que sea virtuosa en la cual puedan acceder a los mismos precios que en Australia en relación a la calidad de los productos, porque lo que está sucediendo actualmente es que aquí se paga la lana un 20 % más barato que el mismo producto en Australia.

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