Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

Apuntes sobre la Pedagogía Waldorf

ISSN 2422-7226

Hace ya varios años se viene sosteniendo, no sólo desde el ámbito académico, que el formato escolar tal y como lo conocemos está “agotado”. Proponemos reflexionar críticamente sobre la idea de que el proceso educativo sólo puede darse de la manera en que la gran mayoría de nosotros la hemos vivido. A continuación, presentaremos algunas nociones de la Pedagogía Waldorf, la cual hace años se viene aplicando en distintas experiencias dentro de  nuestro país, y se basa en una forma innovadora de considerar al estudiante, al docente y a la organización de los procesos educativos.

(Año 2/ Edición Nro. 62/ 07 de Septiembre de 2015/ Argentina). Creada por el filósofo Rudolf Steiner en 1919 se fundamenta en una particular concepción del hombre, basada en la Antroposofía, y el acompañamiento de las diferentes etapas evolutivas del niño por parte del docente.

No todas las escuelas son iguales. En algunas no se toman pruebas ni se entregan boletines, los chicos tienen el mismo maestro durante toda la primaria y las clases no se dividen en horas sino por épocas. Estas y otras características que diferencian a las escuelas Waldorf parecen anecdóticas, sin embargo, tienen un profundo fundamento pedagógico.

La pedagogía Waldorf es un método creado por el filósofo Rudolf Steiner basado en los principios rectores de la Antroposofía. La Antroposofía (sabiduría del hombre) es una corriente filosófica creada por Steiner que se propone transitar un camino de conocimiento que permita al hombre percibir la realidad no sensible.

Con una clara orientación humanística, estas escuelas se plantean la educación como un desarrollo hacia la libertad individual, incorporando la expresión artística como un medio de aprendizaje en las materias curriculares. El canto, la música o la pintura no sólo tienen sus clases especiales sino que también se la utiliza en las de matemática, lengua o ciencias sociales para incorporar conocimientos específicos. Además, los chicos participan en clases y talleres de distintos oficios, como carpintería, cocina, tejido y jardinería, entre otros.

La primera escuela con estas características fue fundada por el propio Steiner en 1919. Ante una propuesta del director de la fábrica de cigarrillos Waldorf-Astoria, en Stuttgart, Alemania, se ocupó de la educación de los empleados de la empresa. Convocó a un grupo de maestros a quienes formó y luego dirigió durante los primeros 5 años.

«No se trata de un método que pueda enseñarse en un manual sino que el maestro hace un camino de conocimiento del hombre y del universo, a partir del cual puede darle al niño lo que necesita de acuerdo a cada etapa evolutiva», sostiene el Dr. Segundo José Santillán, médico pediatra y médico escolar de una escuela Waldorf.

La antroposofía describe una estructura del hombre y de los seres de la naturaleza según la cual el ser humano estaría conformado por un cuerpo físico, un cuerpo etérico (la fuerza que da la vida, que comparte con los vegetales), un cuerpo astral (la capacidad de sentir, que comparte con los animales) y el Yo (estrato superior del hombre que corresponde a la capacidad de pensar).

Teniendo en cuenta esta concepción del hombre, la pedagogía Waldorf se propone como un instrumento para favorecer el desarrollo íntegro del individuo. Para abarcar al niño en su totalidad considera al ser humano triformado, dividido físicamente en tres grandes sistemas a cada uno de los cuales corresponden distintas cualidades anímicas: el pensar, al sistema el nervioso-sensorio; el sentir, al respiratorio-circulatorio y el querer, al metabólico-motor.

El método creado por Steiner divide en septenios las diferentes etapas evolutivas en las que estas cualidades se desarrollan. La primera infancia abarca hasta los siete años y su actividad central es el desarrollo del organismo físico. Aprovechando la voluntad activa del niño, en esta etapa se utiliza la imitación como método primordial de conocimiento. En la infancia media, desde los siete a los catorce años, el conocimiento del mundo se realiza a través de la imaginación que despierta y activa los sentimientos. La adolescencia es el período de maduración de la personalidad y cuando se termina de desarrollar la capacidad intelectual.

Según Santillán lo que caracteriza a la pedagogía Waldorf es que «se respetan las diferentes etapas evolutivas y se trata de no caer en una intelectualización precoz». Pero además, la manera de impartir la autoridad y el sistema de evaluación es diferente. No se lo expone al chico a pruebas y exámenes, sino que el maestro evalúa el proceso de aprendizaje a través del contacto cotidiano con los alumnos. Y las escuelas no tienen una dirección unipersonal sino colegiada: un consejo de maestros discute los asuntos pedagógicos y resuelve los problemas. Los padres tienen una participación muy importante en la vida institucional.

A diferencia de otros colegios, en las escuelas waldorf un mismo docente acompaña al grupo desde primero a séptimo grado. El objetivo es que a través del conocimiento profundo de cada niño, el maestro pueda percibir lo que necesita pedagógicamente en cada momento. Esta metodología permite que se tomen en cuenta las capacidades de cada uno. Por este motivo, y porque cuentan con un equipo pedagógico-terapéutico capaz de acompañar al niño en su desarrollo, estas escuelas son aptas para chicos con problemas de aprendizaje o necesidades especiales.

Justamente por plantearse entre sus objetivos el desarrollo de la libertad individual, muchas personas tienden a pensar que estas escuelas son poco exigentes y poco estructuradas. Sin embargo, los contenidos que se aprenden no sólo abarcan a los de la enseñanza oficial sino que los sobrepasan, tomando los aspectos de la educación artística, artesanal y técnica. Los egresados de los distintos niveles se adaptan con naturalidad a otros sistemas educativos tanto en el polimodal como en la universidad.

Por otra parte, más allá de algunas actualizaciones y a pesar de adaptarse a los programas oficiales de cada país, la pedagogía Waldorf mantiene las mismas características desde que fue creada en los años ’20. Las diferencias entre los distintos establecimientos tienen que ver con las necesidades de la comunidad que la integra.

En Argentina, la primera escuela de pedagogía Waldorf fue el Colegio Rudolf Steiner, fundado en 1940 en la localidad de Florida. Pero actualmente hay más de diez establecimientos que se rigen por este método de enseñanza.

Teniendo en cuenta que la pedagogía Waldorf es un método complejo, su conocimiento no se agota en una enumeración de las características que diferencian a las escuelas que lo aplican de las más tradicionales. Según Santillán, para comprenderlo en toda su extensión «hay que vivenciarlo.»

Extraído de: http://www.revistaplanetario.com.ar/news/view/apuntes-sobre-la-pedagogia-waldorf

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