Puerto San Julián. 04/08/14. Ubicado en un bajo dentro de la bahía que recibe su mismo nombre, San Julián es el lugar donde reposa el origen del mito Patagónico. De inconmensurables amaneceres rojizos, entre el espesor de los fríos y sus acaudalados vientos, esta pintoresca ciudad nos ofrece una colorida estadía entre la mística de sus relatos de viajeros y un futuro prometedor.
En San Julián se respira naturaleza, enclavado en las orillas del Atlántico, se reviven sus historias y los sucesos más transcendentales de la región: el primer avistaje de amerindios patagónicos por parte de los europeos, la creación del gentilicio «patagón», del que se deriva el topónimo «Patagonia», el primer ejercicio de justicia europea en territorio argentino y el primer acto de evangelización en nuestro país.
Nace un mito
Puerto San Julián es la cuna de la historia patagónica, una importante sucesión de visitantes ilustres y acontecimientos notables la han forjado en su conformación. El 31 de marzo de 1520 arribó a la costa sanjulianense una expedición española en busca de un paso hacia la India por el sur de América. La expedición estaba comandada por el navegante portugués Fernando de Magallanes con una de las célebres naves, la Nao Victoria, barco que finalmente culminaría su periplo siendo el primero en dar la vuelta al mundo. El mismo nombre de la bahía le fue impuesto por Magallanes por haberla descubierto el día que se conmemora a San Julián de Cesarea.
La Nao Victoria se erigió como museo en conmemoración de los hechos ocurridos en la Babía,con escenarios de fuertes contrastes entre luchas internas y los primeros contactos con la cultura indígena, supuestamente “gigantes” que Magallanes denomino “patagones” al considerar el tamaño de sus pies. El Museo de la Nao Victoria, que es nada más y nada menos que una réplica en escala real de la embarcación y que recrea todos los aspectos constructivos y sumerge a sus visitantes en un apasionado relato novelesco a través de los hechos míticos que han forjado la historia en las aguas profundas de su bahía desde hace más de medio siglo.
San Julián fué declarado lugar histórico en 1943, evocando la celebración de la primera misa rezada en territorio argentino que fuera realizada el 01 de Abril de 1520.
En el año 2020, se cumplirán 500 años de esa celebración religiosa, ha sido intención del gobierno comunal organizar su conmemoración con presencia de la más alta autoridad a nivel internacional, por lo que con mucha anticipación se ha remitido al Vaticano la invitación para que el Papa pueda asistir a oficiar la misma, cuestión que en los últimos meses ha cobrado gran trascendencia ya que el Sumo Pontífice es de origen argentino y quizás su venida al territorio austral sea un deseo casi realizable.
El esplendor de sus paisajes
Hermosa y distendida, con luz propia de la atmósfera patagónica, San Julián bien podría ser, la ciudad de los vientos y la luz, emplazada en una pintoresca bahía entre “Cabo curioso” y “Punta Desengaño”, la Patagonia presenta todo su esplendor climático y pacífico, y la ciudad forma parte de la meseta, situada en un faldeo que desciende hacia la bahía dominado por dos grandes avenidas que se interceptan.
El visitante podrá disfrutar de excelentes playas, de un clima árido y en permanente contacto con la naturaleza, el testimonio del pasado en pinturas rupestres que aún se conservan, áreas protegidas con especies animales únicas en el mundo hacen de Puerto San Julián un lugar privilegiado en la inmensidad patagónica.
Qué podemos visitar
Para llegar se accede por Ruta Nacional N° 3, al borde del centro costero de Santa Cruz, distante a 461 km de Comodoro Rivadavia y a 360 km al norte de Río Gallegos.
Actualmente, cuenta con importantes atractivos turísticos, entre ellos las ruinas de Floridablanca con un museo arqueológico adjunto y un plan de reconstrucción en desarrollo; el área natural protegida Reserva Natural de San Julián, el circuito costero con La Lobería y Cormoranera, bahía San Julián con las islas Cormorán y Justicia. Estos atractivos naturales concentran una gran biodiversidad de fauna y flora, como pingüinos, elefantes y lobos marinos y otras muchas especies representantes de la fauna patagónica y oceánica argentina.
Los restos de navíos antiguos y el museo temático Nao Victoria, son visitados por diversidad de turistas amantes de la historia. En la bahía y en la costa oceánica se pueden practicar deportes náuticos incluyendo el buceo y la pesca deportiva, como así también disfrutar de áreas que sustentan importantes ecosistemas, con especies representativas habiendo motivado la creación de la reserva natural Península de San Julián.
San Julián ofrece atractivos más que suficientes para alentar a quienes viajan hacia los confines del país y quieren adentrarse en sus paisajes, historia, naturaleza y cultura.