Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

Parque Interjurisdiccional Isla Pingüino: belleza en estado original

ISSN 2422-7226

Reflejo de la soledad y la inmensidad patagónica, el Parque Isla Pingüino se alza como una de las reservas protegidas más importantes de nuestra provincia. Su aire puro, su biodiversidad y el mar azul-turquesa que baña las costas de las islas que lo componen, son una excelente combinación para el relax y la aventura, así como también para  el más vívido contacto con la naturaleza.

(Año 1 /Edición Nro. 30 /26 de Enero 2015/ Puerto Deseado). Situado al sudeste de Puerto Deseado, a 21 km aproximadamente en mar abierto, el Parque Interjurisdiccional Isla Pingüino es un área protegida que se encuentra en la eco-región marina plataforma patagónica, declarado uno de los sitios con mayor biodiversidad marina de la Patagonia. Compuesto por un conjunto de islas, este Parque es un imponente atractivo natural tanto para turistas, como para todos aquellos que desean vivenciar un momento de relax y alejarse de la cotidianeidad y la vida en la ciudad.

Patrimonio natural de nuestra provincia

Rodeado por el Mar Argentino, el Parque Interjurisdiccional Isla Pingüino posee una superficie aproximada de 159.526 hectáreas; estas comprenden un conjunto de islas, las cuales han sido denominadas como “Chata”, “Castillo”, “Blanca” e “Isla Pingüino”. Esta última es la de mayor extensión, razón por la cual se ha bautizado a dicho parque con nombre homónimo.

El mismo ha sido creado por un acuerdo entre el gobierno Nacional y el Provincial, mediante el “Tratado de Creación del Parque Interjurisdiccional Marino Isla Pingüino” el 15 de Febrero de 2010. De este modo el 12 de agosto del mismo año, la legislatura de la provincia de Santa Cruz aprueba dicho acuerdo mediante la Ley N°3.146. Posteriormente, la aprobación Nacional se llevó a cabo por la Ley N°26.818, el 13 de diciembre de 2012.

Este espacio de reserva natural no solo es un lugar propicio para el turismo, para disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza, sino que también es considerado una reserva sustancial en la cual se protegen y conservan las especies marinas y terrestres en sus respectivos hábitats. En este sentido, es y debe ser prioridad tanto para quienes son los responsables de preservarlo como para quienes lo visitan, resguardar este patrimonio paisajístico, natural y cultural, tan característico de nuestra comunidad y de nuestra región.

Isla Pingüino: la protagonista del parque

Caracterizada por su gran extensión respecto de las demás islas, esta no solo ofrece una increíble y cercana experiencia con la naturaleza, sino que también proporciona una maravillosa aventura en la que turistas y visitantes locales pueden adentrarse luego de haber recorrido el imponente mar que empapa sus costas.

Asimismo, este es un ambiente en el cual se puede visualizar una considerable biodiversidad debido a los variados nutrientes que traen las corrientes marinas, favoreciendo el ciclo vital de una gran cantidad de animales. De este modo, esta zona siendo tanto una reserva natural como un espacio turístico, es el lugar propicio para alojar especies como el langostino patagónico, la merluza austral, el calamar, y un sinfín de aves costero-marinas, tales como la gaviota austral, el gaviotín sudamericano, los cormoranes gris y roquero, así como también el petrel y el albatros.

Si bien existe una gran diversidad de especies, quienes se llevan todo el protagonismo son los Pingüinos de Magallanes, los cuales se acercan a la isla para nidificar; estos conforman una colonia de 30.000 ejemplares aproximadamente,  en donde ningún turista ni visitante puede dejar de apreciar, debido a su característica pechera y su franjas blancas en torno a la cabeza, el cuello y las alas.

Pingüinos de Magallanes en Isla Pingüino

Pingüinos de Magallanes en Isla Pingüino

Por otro lado, en esta isla también habitan Pingüinos de Penacho Amarillo, los cuales residen separadamente de los Magallánicos, conformando una colonia mucho menor pero no menos importante, ya que estos se alojan en las islas subantárticas, siendo este el único espacio de la costa patagónica donde se los puede visualizar, además de las Malvinas, las Islas Georgias, las Islas de los Estados y el Cabo de Hornos.

El visitante se encontrará con 30.000 pingüinos magallánicos y los 2000 penachos amarillos que conviven en sus riscos. Estos últimos llamados también salta rocas, se distinguen por su corta estatura de 40 cm, por las plumas amarrillas a los lados de su cabeza, los ojos rojos y el pico anaranjado intenso. Entre los meses de abril y septiembre permanecen mar adentro, alimentándose de crustáceos y peces, mientras que en primavera regresan a la costa para formar pareja, preparar el nido, copular, y poner huevos (dos por lo habitual de los cuales suele sobrevivir uno); asimismo, abandonan el apostadero en marzo, tras mudar el plumón infantil por el plumaje juvenil  y aparecer un esbozo de penacho. En Argentina esta es la colonia más accesible.

Los lobos marinos de un pelo y los elefantes marinos, también conforman este agreste paisaje de Isla, tan diverso en su fauna pero, a la vez,  homogéneo en cuanto a paz y a tranquilidad se refiere.

Al llegar a la Isla Pingüino, ya se puede contemplar su faro en servicio desde principios del siglo XX, donde en la actualidad se encuentra alimentado por paneles fotovoltaicos; este no solo es testigo de la historia de la comunidad de Puerto Deseado, sino que también es un símbolo sustancial de dicha Isla, formando parte de la reserva natural.

Por otro lado, es escenario de un ambiente que promueve actividades sostenibles, con la finalidad de conservar los atributos naturales y culturales de nuestros territorios para las generaciones actuales pero, fundamentalmente, para las generaciones futuras.

Faro Isla Pingüino

Faro Isla Pingüino

La Isla Pingüino, es un espacio maravilloso e imponente por su biodiversidad, su aire de mar, y su tranquilidad que turistas ni visitantes locales deben dejar de disfrutar. Es una “vía de escape” de la cotidianeidad, que sumerge a quienes la visitan en una experiencia de aventura al aire libre y en el contacto más ínfimo con la naturaleza. Es, por esta razón, una joya preciada para la comunidad de Puerto Deseado y la región Patagónica. Una joya preciada que no solo posee vitalidad, sino que “da vida” a quienes se acercan a ella.

Del Equipo Editor de Observador Central

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