Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

CUANDO PASE EL TEMBLOR”, Santa Cruz …buscará ciudadanos

ISSN 2422-7226

Crisis de su sistema político y sistema económico en un mismo tiempo histórico y social en la tierra que supo tener un solo conductor político indiscutible en sus aciertos y errores.  Ahora que todo se desploma en la interna del partido el análisis político se pregunta ¿Puede la política hacer renacer la economía de Estado desde sus cenizas con los mismos protagonistas?…La historia nos enseña que en situaciones de «crisis sistémica» (descomposición política y económica en un mismo tiempo) aparece de todo, desde recetas mágicas hasta fanfarrones, oportunistas con suerte, conversos, reivindicadores extemporáneos, o estadistas reales que inauguran el legitimo renacer de las economías locales.  El renacer suele hacernos conocer gobiernos centrales fuertes; austeros y con bajos niveles de corrupción; a veces medidas especiales consensuadas entre oficialismos y oposición; medidas que primero tienen baja legitimidad social pero que al arriesgar  los personalismos refundan la economía de Estado.
Surgen entonces preguntas para la clase dirigente con intereses en Santa Cruz ¿Cómo  será la resolución de la «crisis sistémica» cuando se entremezclan las internas de un poder político que ha quebrado sus confianzas internas y particularmente ante la inminente  descomposición y fragmentación del Frente para la Victoria en Santa Cruz?…Cómo se resolverá la crisis en una economía que organiza sus políticas públicas primordialmente en base al subsidio y redistribución negativa de la renta petrolera?… ¿Cómo impactaran las  obras de inversión nacional, que con fondos de organismos internacionales, están planeadas ejecutarse en la  Provincia y deberán seguir adelante con o sin «terremoto político»?… ¿Cómo será la resolución de la crisis en una provincia que deberá hacer coincidir los ingresos por regalías con la resolución de concesiones de las áreas asignadas a los grupos de poder económico regional?…¿Cómo será la resolución de la crisis sistémica en donde ni potenciales ganadores, ni lideres agazapados del oficialismo y de  oposición  pueden reclamar con justicia o legitimidad los derechos ciudadanos sustanciales?… ¿Cómo se resolverá la crisis de un sistema político dónde la institucionalidad rota en  Marzo del 2006 fue acallada por MUCHOS que actuaban y actúan en política hoy, incluyendo al propio Gobernador?…Cuál será el límite entre un aparente nuevo avasallamiento a la
institucionalidad y la legitimidad real de quien hábilmente aspira a ser el reivindicador de las tensiones acumuladas en una ciudadanía pasiva y adormecida por el propio Estado?
Hay un grupo de políticos que  han disfrutado las «mieles del poder» y  no quieren perder sus privilegios, incluidos lo que niegan a Peralta «tres veces».   Pero la historia  nos enseña que con pagar salarios y gastos fijos en las municipalidades (con recursos provinciales o nacionales) no se resolverá la «crisis sistémica». Crisis sistémica es todo lo contrario a querer hacer creer que resolviendo la crisis política se resuelve el problema económico. Por lo cual intuimos aparecerán nuevos líderes, nuevos actores, nuevas herramientas de distinta calidad desde el Estado. Herramientas que tendrán que venir de la política que busque construir legitimidad por no estar contaminado con las herramientas legales que ellos mismos avalaron. Por ello, lo que no  aparecerá fácilmente será la reconstrucción de las ‘las confianzas’  en el seno de la política que conlleven a renovar, a cambiar las formas de ser ciudadanos como sujeto de derechos y de obligaciones. Es decir, cuando «pase el temblor» no será sólo con dinero o con mucho poder político que se saldrá de la crisis económica e institucional en la que los ciudadanos están ausentes. Generar políticas de utilidad pública y reconstruir el tejido social, que siempre quedará herido y ya viene adormecido, exige reconstruir la confianza y la legitimidad de una forma de ser ciudadanos que también está en crisis.  ¿Quién dispone de estos dos tipos de capitales en Santa Cruz?; hoy se necesita sin duda, más y mejor política pues los discursos de la guerra mediática son sólo discursos que extienden y hacen elásticos los tiempos de las resistencias o las bravuconadas.  Las palabras están perdiendo día a día  poder de penetración en las conciencias. Santa Cruz busca ciudadanos que se identifiquen con líderes que puedan cambiar el eje del «miedo», de «la bravuconada» de la «cartera»,  del «agazapamiento» oportunista de la  historia. Solucionar  el «mal de todos los males»  , «la fábrica de la política» y aprender a vivir en un territorio «sísmico» es una tarea que requiere disponer de un tercer tipo de capital: valores demostrables.

Se intuye: Que aparecerán nuevos líderes, nuevos actores, nuevas herramientas de distinta calidad desde el Estado. Herramientas que tendrán que venir de la política que busque construir legitimidad por no estar contaminada con las herramientas legales que ellos mismos avalaron.

 

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