Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

Homenaje a José María Cifuentes: Cultura e identidad caletense

ISSN 2422-7226

El “Gorosito” o Monumento al Obrero Petrolero de Caleta Olivia, siempre fue escenario de victorias, de protestas sociales y de eventos especiales.  Pero una sola vez será escena de  una caravana  de vehículos que detiene un coche  fúnebre ante la escultura para despedir el  cuerpo del hombre que lo creo intelectualmente: José María Cifuentes.  El día que dejó de existir, Caleta Olivia perdió a uno de sus hijos ilustres de la cultura y del debate político del pasado reciente.  Cifuentes nos legó un ejemplo de hombre  de acción, siempre en defensa de sus creencias  y de una familia integrada por “Chela”, Walter, Mario, Gustavo y Jorge Cifuentes. Con seguridad,  entre la aflicción de quienes lo quisieron bien, su desaparición física es parte de un viaje, pues entre la alegría con que fue despedido ante su obra hecha historia e identidad, su descendencia seguirá germinando  la vida democrática y enorgulleciéndose de Caleta Olivia y la Patagonia.

(Año 1 /Edición Nro. 20 /17 de Noviembre 2014/Caleta Olivia) Dicen que “la cultura es el más valioso patrimonio de los pueblos”. Dicen… pero no todos pueden hacer valer esas palabras, convertirlas en actos…en acciones concretas. Solo los hombres con motivación, tenacidad, ilusión y sueños,  pueden materializarlas. José María Cifuentes, fue uno de ellos. Uno de esos hombres que no sólo se convirtió en un referente cultural de Caleta Olivia sino que él mismo, hoy, es cultura. En vísperas del 113° Aniversario de Caleta Olivia y de la reciente desaparición física del creador del Monumento ícono de nuestra localidad, en esta nota lo conmemoramos y reflexionamos sobre sus palabras que nos enseñan a amar a nuestra tierra y a nuestras raíces, palabras que por única vez, esperemos…no se lleve el viento sureño.

Un hueso duro de roer…

José María Cifuentes, es hijo de la Patagonia y de nuestra región. Nacido en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut, pero su creatividad, su talento y sus “ganas de hacer”, se fueron gestando y profundizando en nuestra comunidad, en nuestra querida Caleta Olivia. Un hombre que pensaba que nada era imposible de realizar, que el equivocarse era producto del hacer, de tener vida, deseos y sueños. Asimismo, expresaba: “lo importante es intentar hacer las cosas, no quedarse diciendo que no se puede. Y si te equivocas, paciencia, solo los que hacen las cosas se equivocan”.

En el marco de estas palabras fue cuando comenzó su incansable lucha por llevar adelante la idea del monumento, ícono de la actividad petrolera. Topógrafo de YPF en su momento, pero a la vez devenido en escultor y artista plástico de vocación, se enfrentó por primera vez en 1958 a la negativa de YPF para llevar a cabo el proyecto. Entre otras cosas, parecía que el boceto no era lo que esperaban de un símbolo del emergente petróleo. Su tenacidad y su perseverancia fueron fundamentales para superar los embates del contexto, vinculados a las políticas represivas de un gobierno militar, a los problemas de financiamiento para llevar adelante el proyecto, que fuera diseñado por Sánchez, el arquitecto que finalmente contrató YPF para hacer realidad la obra de Cifuentes; así como también debió enfrentar los bombardeos de los medios de comunicación de la época y el descreimiento expresado por las autoridades públicas, fundamentados en el temor evitando avalar un “monstruo” de 15 metros de altura, cuando la casa más alta de la ciudad no superaba los 4 metros. Es así que luego de 11 años de trabajo y sacrificio, un 13 de diciembre de 1969, con una mirada iluminada reflejo de haber cumplido uno de sus sueños, José María Cifuentes pudo admirar el montaje de la primer parte del monumento al Obrero Petrolero, símbolo de historia, de cultura, pero sobre todo, de “ser caletense”.

Vigía silencioso de la comunidad

El Gorosito, monumento que no solo forma parte del patrimonio cultural e histórico de Caleta Olivia, sino que también es sinónimo de la prosperidad petrolera en la Patagonia; con 13 metros de altura representa a un hombre con su torso desnudo al pie de un pozo de producción y con la actitud de abrir la válvula que daría inicio a la actividad energética de cual estaba y estaría pendiente todo el país. Con su mirada hacia el norte, como símbolo de la entrega de dicha riqueza hacia el resto de la República, su construcción realizada en dos partes y los diferentes “golpes” a los que se enfrentó Cifuentes para llevarlo a cabo, no son ni más ni menos el reflejo de la historia compleja que atravesó Caleta Olivia y la Patagonia en un contexto en donde el “boom” de la actividad petrolera configuró nuevas representaciones de vida familiar, económica, y de género, entre otros. El Gorosito, figura emblemática de la localidad y situado en el centro de la misma, es testigo de la historia pasada, pero también del presente siendo el punto de reunión para los festejos, reclamos, y manifestaciones, entre otros encuentros, así como también del futuro,  en donde tanto como su creador, demuestran que los hombres debemos tener la mirada hacia el horizonte, hacia un norte que marque nuestro rumbo y al cual nunca debemos renunciar.

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Monumento al Obrero Petrolero, Noviembre de 2014

El polifacético Cifuentes: cultura y trabajo para el futuro

En un contexto en donde en muchos casos predomina el individualismo y las trayectorias cada vez más autónomas de sus diversos actores tanto de la agenda pública, como sociales y educativos, entre otros, José María Cifuentes no ha dejado de ser un luchador incansable promotor de la cultura y los valores sociales de la comunidad. Su trabajo en la Planta de Hidrógeno de Pico Truncado que lo llevó a buscar soluciones para combustibles alternativos, su reconocimiento por ser  uno de los mentores  del proyecto de aprovechamiento integral del agua del Lago Buenos Aires, fueron algunas de las tantas actividades en las que depositó no solo sus ideas, su talento y su creatividad, sino también sus sueños por una comunidad mejor.

En este sentido, resulta sustancial remarcar su máximo y más personal proyecto: el Museo Regional Patagónico “Raíces”. Este, declarado de interés provincial y municipal, pretende resguardar el patrimonio histórico y cultural de nuestros primeros pobladores, recibir a turistas para empaparlos de los temas inherentes a nuestra región, a nuestra identidad Patagónica, pero sobre todo, poder demostrar a través de las obras de arte, de las puntas de flecha, morteros, boleadoras, etc. que, como decía él, “Tehuelche” significa mucho más que un “Hiper”. Significa identidad, legado cultural, y un pueblo con raíces. En la actualidad, trabajadores de la cultura ponen en valor la apertura de dicho Museo, que si bien permanece cerrado, Cifuentes es y será un mentor cultural en la construcción de una identidad caletense que permanecerá intacta por generaciones.

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Museo «Raíces» en Caleta Olivia, Noviembre de 2014

Suelen decir que una comunidad sin raíces y cultura carece de su identidad, de su historia. Recordando las palabras de José María Cifuentes al expresar que su generación había fracasado porque en nuestra región siempre prevalecían los temas personales y políticos más que la cultura que nos enseña a amar a nuestra tierra, es necesario preguntarnos: ¿Sólo su generación fracasó? ¿Qué estamos haciendo hoy como pueblo para que a través de la identidad podamos formar mejores ciudadanos y dirigentes?

Estas y muchas otras preguntas más se nos vienen a la mente cuando pensamos en el legado de este hombre que ha sido y seguirá siendo parte de la historia y la cultura de Caleta Olivia. A pocos días de su desaparición física y en vísperas de los 113 años de nuestra ciudad, presentamos a modo de homenaje sus enseñanzas dadas por su ejemplo de vida, las cuales demuestran que a pesar de las dificultades siempre estamos a tiempo de soñar desde las raíces para cumplir con nuestros deseos de vivir en una ciudad mejor.

Por Nerea Tinedo para Observador Central

 

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