Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

La Iglesia Católica en Santa Cruz: “Entre el debe y el haber”

ISSN 2422-7226

Diciembre se presta para hacer balances y el cristianismo católico tiene algo que contar sobre el 2014. Nuestro corresponsal dialogó con el Obispo de nuestra Diócesis, y hablaron de prioridades pastorales de pobreza, minería, éxodo católico y navidad. Monseñor Miguel Ángel D´Annibale nos enseña en el contenido de esta entrevista el sentido de lo que significa ser cristiano y entender la cultura patagónica desde la perspectiva de quien tiene la máxima responsabilidad de la grey católica. También nos congratula poder compartir en primera persona su compromiso con temas claves y sensibles como la pobreza de espíritu y las comunidades mineras.

Año 1 /Edición Nro. 23 /08 de Diciembre 2014/Río Gallegos)

Seis palabras claves para dos provincias al fin del mundo

A contrapunto de su imagen, un hombre alto, de cejas prominentes y mirada fuerte, Monseñor D´Annibale nos recibe en la sede del obispado en un ambiente cálido y ameno, se lo ve relajado y bien predispuesto para comenzar con la entrevista, que para romper el hielo, comenzará con un balance de este año 2014.

“Este fue un año intenso en el trabajo pastoral, nuestro eje fueron las Asambleas Parroquiales, un espacio que yo aliento, defiendo y valoro mucho porque considero que cada parroquia inmersa en cada una de nuestras localidades en las dos provincias están llamadas a ser presencia de Cristo, presencia del Evangelio allí donde se mueven, en ese sentido, nosotros tenemos seis prioridades que como diócesis nos hemos puesto en el año 2012 y que nos acompañarán en un plan de cinco años de trabajo, son seis palabra claves: FAMILIA – VIDA – JÓVENES – EVANGELIZACIÓN – COMPROMISO SOCIAL – SANTIDAD. En este sentido, las Asambleas Parroquiales buscan trabajar éstas palabras claves desde su realidad local. Las Asambleas se hacen en distintos lugares, este año se han desarrollado en Ushuaia, El Calafate, Los Antiguos, Puerto Deseado y dos en Río Gallegos. Éstas Asambleas toman esas realidades y las bajan a sus localidades desde sus parroquias y desde allí se elaboran proyectos de trabajo”

Consultado en cómo trabajar éstos temas en una realidad territorial tan extensa, Monseñor nos responde “en mi tarea de Obispo, es un trabajo constante el cómo enlazar una diócesis con sus temas generales en lo concreto de cada una de las localidades que la conforman, aunque debo reconocer que aparecen acciones realmente muy interesantes, como por ejemplo en San Julián, donde se encontró en el tema de la prostitución y la trata de personas, un eje de trabajo, temas muy fuertes, sin embargo, allí enlazaron el eje ‘VIDA’, durante el trabajo y la exposición que el mismo les llevó, se fue marcando un énfasis muy profundo en el ‘COMPROMISO SOCIAL’ y durante el trabajo, se sumaron los ‘JÓVENES’ que realizaron charlas de concientización, representaciones teatrales, pintadas de murales y programas radiales para concientizar a la población de éstos dos flagelos. Fijate entonces, como un mismo tema comprende en este caso tres ejes. Otro ejemplo es Calafate, ellos tomaron el tema SALUD, visitaron hospitales, hogares de ancianos… una ciudad que en sí misma pareciera sólo apuntar hacia el turismo internacional, y sin embargo, desde allí mismo, surge otra mirada, la mirada interior de quienes allí viven y alzan su voz. Y si querés, te doy un tercer ejemplo, el de Ushuaia, que tomó el eje de la INCLUSIÓN, otra ciudad turística, pero que se fija en la diversidad como tema social a trabajar…”

Consultado por cuál de las seis palabras claves, a título personal, es la que más lo desvela, el Obispo no duda en decir “FAMILIA”, en este sentido, nos explica que fue la palabra más elegida en cada una de las Asambleas que se llevaron a cabo en distintos lugares de la diócesis, sin tener contacto una Asamblea con la otra, sin embargo, fue la palabra/eje más elegida, además de señalar con entusiasmo que también es prioridad para el Papa Francisco, por lo tanto “estar en consonancia entre la Iglesia Local y la Iglesia Universal, y cuidar nuestras familias, es un tema que me desvela pero a la vez me estimula para seguir ocupándome de ello día a día”.

Familia: una preocupación de la iglesia y el gobierno pero sin políticas certeras
“Si bien la iglesia siempre hablará de familias tradicionales: papá – mamá – hijos, es necesario hablar también de todas aquellas familias que sin importar cómo estén conformadas, brindan un ámbito de contención. En cuanto a la iglesia, yo siento que nos debemos una verdadera Pastoral Familiar con proyectos en esa línea, de hecho, en la próxima reunión de sacerdotes de la diócesis el año entrante, vamos a trabajar fuertemente en este tema. Por otro lado, no quiero dejar de lado lo que venimos haciendo con la catequesis familiar de Primera Comunión, como un espacio donde han sucedido cosas realmente interesantes, matrimonios que estaban a punto de separarse y en ese acompañamiento a su hijo/a han podido experimentar el amor de Dios desde el núcleo familiar y han decidido seguir juntos. Otra de las acciones tiene que ver con los espacios sociales que algunos sacerdotes de la diócesis propician y alientan: peñas, asados, mateadas, son espacios que las familias agradecen mucho. Te cuento también que en este sentido familiar además estamos trabajando con los migrantes, atentos en su acompañamiento, sus necesidades, el calendario de vacunación de sus chicos, los trámites legales que necesitan, etc. Y finalmente, trabajamos mucho con las familias de los privados de libertad, familias que viven la incomprensión, el abandono y mucho dolor. Para concluir, yo digo que en el debe hay mucho debe, y en el haber, hay algo…”

La pobreza del sinsentido de la vida
Mucho se habla de los pobres, en este sentido, le pedimos a Monseñor D´Annibale que nos defina la palabra pobre pero desde la óptica del pobre de hoy como sujeto de la diócesis de Río Gallegos.
“Jesús nos habla de la opción preferencial por los pobres, Él desde allí nos miró a todos y nos enseñó que ‘Pobre’ no es una palabra excluyente, sino un término inclusivo a los ojos de Dios. Yo provengo de una sociedad del gran Buenos Aires donde 25 años de mi sacerdocio los viví en las zonas de Tigre – San Francisco – Vicente López y San Isidro, que son los cuatro municipios que integran la diócesis, allí, la pobreza se mira desde ámbitos muy carenciados donde el pobre no tiene casa, techo, no tiene qué comer… cuando llegué aquí a la Patagonia, este concepto de pobre se resignificó, aquí es casi imposible hablar de lugares sin calefacción o de estar en situación de calle. Pero aquí aparecen otras pobrezas… aquí hay una ‘pobreza del mucho tener’, parece contradictorio pero a veces las posibilidades económicas que veo en muchos lugares provocan una pobreza espiritual muy grande y un egoísmo que hace olvidarse de los otros, y a veces nos encontramos en lugares como Las Heras con un alto índice de suicidios de jóvenes, sin embargo tanto allí como en otros lugares con altos sueldos petroleros o mineros donde uno podría decir que materialmente las cosas son más fáciles, y sin embargo pasan estas cosas… y es a eso lo que yo llamo ‘La Pobreza del Sinsentido de la Vida’ y allí, entre otras cosas, es donde aparecen las adicciones, porque donde vos no le encontrás sentido a la vida, buscás cosas para evadirte… Y ahí te das cuenta que lo económico no es lo único que cierra en la vida. Ojo! No digo que no exista la otra pobreza, la material, pero si te aseguro que la que predomina es ésta que te estoy describiendo”

“Hay que tomar el código minero y llevarlo a la vida”
«Ayer estuve en Río Turbio en la fiesta del minero, y mi mensaje en la Misa fue tomar el código del minero. Cuando el minero entra a trabajar a setecientos metros bajo la tierra, donde no se ve nada, el que está al lado es tan importante como uno, piense distinto, sea fanático del club de fútbol rival del de uno, hayas tenido una pelea el día anterior, o te haya traicionado en la vida, si entraste en la mina junto a él y le pasa algo, vos tenés que ayudarlo, no lo podés dejar porque si no se muere. Si este código minero lo pudiéramos llevar a la vida misma, que distinto sería todo, si pudiéramos ayudarnos más entre nosotros, creo que podríamos librar muchas más batallas contra la pobreza».

“La Iglesia no acompaña a la minería que destruye la naturaleza y daña el medio ambiente”
Hablando sobre minería, le preguntamos al Obispo en qué había quedado aquella reunión que mantuvo con integrantes de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) donde se había hablado de formar una Pastoral Minera, dónde se lo invitó a recorrer distintos yacimientos mineros y las repercusiones que esto provocó en la sociedad, al respecto, Monseñor Miguel Ángel nos decía: “Fue un pedido de las empresas, esa Pastoral que tenía que ver con hacer epicentro en el obrero que allí trabaja. Muchos mal interpretaron mi visita a Cerro Vanguardia como un acuerdo con las mineras, cosa que no fue así, mi preocupación está en el acompañamiento al trabajador. La postura de la iglesia es clara: todo lo que tiene que ver con la destrucción del medio ambiente o la minería que destruya la naturaleza, la iglesia nunca lo va a acompañar. Sin embargo, estamos viendo cómo acompañar al obrero minero, sobre todo para que no ingrese en esa pobreza que yo antes describí, para que no se disuelvan familias, nosotros pedimos que las familias estén acá, que no vengan los hombres solos de otros lugares, el hombre solo aquí es todo un tema, abre las puertas a la prostitución, al juego, al alcohol, ahora, traer aquí a su familia significa invertir por parte del estado y los privados en educación, salud, viviendas… lo más fácil es pagar pasajes de ida y vuelta, pero el verdadero desafío está en la inversión”.

“Sobre la discusión sobre minería, los tres obispos de Chubut han acompañado la negativa a desarrollar minería a cielo abierto, nosotros acompañamos en esa línea, en Santa Cruz ya tenemos muchos emprendimientos a cielo abierto, y más allá de que continúen o no, yo lo que digo es que hay mucha gente trabajando allí, hay familias enteras que comen de esos trabajos que ya son una realidad, por eso, tenemos que atender a esas necesidades”.

El Obispo que no quiso ser salesiano y sin embargo Don Bosco se las rebuscó para enviarlo a su Patagonia, a su sueño
Promediando la entrevista y en un clima muy distendido donde tanto entrevistado como entrevistador han perdido la noción del tiempo, le preguntamos al Obispo por el éxodo de fieles católicos hacia otras confesiones cristianas, en este sentido, Monseñor D’Annibale nos dijo: “es un hecho que se fue dando muy profundamente hasta la llegada de Francisco, hoy te diría que empieza a haber un fenómeno inverso, donde mucha gente que no participaba de nada empieza a ver en este Papa un hombre con vientos de cambio, eso es todo un desafío para nosotros ya que debemos estar a la altura de las circunstancias. Antes si, el flujo de católicos iba dirigido hacia el evangelismo en busca de valores espirituales y de experiencias espirituales más vivas. Particularmente en este sentido yo agradezco a muchos lugares de la diócesis donde la fe se vive de una manera muy activa desde lo espiritual, en mi rol de Obispo, yo acompaño y sostengo esta búsqueda de lo espiritual. Siempre les digo a los sacerdotes que reciban a la gente con un rostro distinto, alegre, acogedor, donde el que llegue se sienta bien atendido y único ante los ojos de Dios. Es cierto que siempre estamos con muchos temas para atender, con reuniones de mucha gente que nos espera, pero nuestro desafío es aprender a trabajar y actuar desde los imprevistos: tengo mil cosas para hacer, pero llega alguien que me pide una bendición, y yo tengo que parar todo y dársela como corresponde y como él se lo merece”.

Cuando le preguntamos sobre la realidad sacerdotal que integra la diócesis, Monseñor nos cuenta que la realidad ha cambiado mucho, desde el punto que el es el primer Obispo no salesiano en una diócesis que históricamente ha sido creada y gestada por salesianos, y a los cuales agradece por todo lo que han hecho a lo largo de la historia por la diócesis, además nos cuenta que el plantel está integrado por un cincuenta por ciento de sacerdotes salesianos, un alto porcentaje de sacerdotes diocesanos más una comunidad de la congregación de Discípulos de San Juan Bautista, un mix muy interesante que le hace muy bien a la vida diocesana, y termina reflexionando diciendo: “En mi vida sacerdotal no quise ser salesiano, sin embargo, Don Bosco se las rebuscó para enviarme a su Patagonia, a su sueño”.

El misterio de la navidad está en mirar al pesebre
Se acerca una fecha clave para la grey católica, la Navidad, por ello, le pedimos al Obispo una reflexión especial para los habitantes de la diócesis.“La navidad siempre es hoy, nunca es la misma, el misterio es único, sucede hoy en el 2014 con nuestra realidad… y allí es dónde nos preguntamos cómo se encarna Dios en nuestro mundo actual. Los obispos de la Patagonia, en un documento que está a punto de salir, vimos que tenemos que hablar de esperanza y alegría, pero cómo hablar de esto cuando el trabajo no alcanza, cuando nuestros hijos son alcanzados por las drogas, cuando a veces la naturaleza está vapuleada por proyectos que no la contemplan, cuando los reclamos sociales son tan fuertes… allí, es donde miramos al pesebre una vez más, ¿le fue fácil a Jesús nacer en un lugar donde nadie lo quería recibir? Finalmente Jesús nace en un pesebre, afirmándonos que en aquellos lugares difíciles e incluso en aquellos donde nadie lo quiere recibir, Jesús nace. Ese es el misterio de nuestra navidad”

Por Fabio Sanseverino para Observador Central

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