Los cuerpos de tres ballenas azules, considerados los mamíferos más grandes del mundo, quedaron varados en la costa oeste de la isla canadiense de Terranova este mes. Ahora, dos pueblos costeros enfrentan el reto de remover los despojos antes de que los cadáveres hinchados hagan explosión.
Según reportó hoy la cadena CNN, los cerca de 600 residentes de Trout River temen que la ballena de 81 pies de largo y 60 toneladas de peso estalle a medida que el gas metano se expande en su interior.
“No estoy segura si el calor y los gases atrapados en el interior de este mamífero podrían provocar que explote en algún momento», dijo la oficial municipal Emily Butler.
Por su parte, el científico Jack Lawson dijo que una explosión es poco probable y que, realmente, lo que más le preocupa es que una persona pueda caer sobre la “bestia en descomposición”.
Una segunda ballena azul muerta está en Rocky Harbour donde el alcalde Walter Nicolle ya asegura que el olor empeora cada día.