Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

La ciudad que definirá quién es Gobernador de Santa Cruz en el 2019 (Parte I)

ISSN 2422-7226

(Año 4/ Santa Cruz/ 22-07-2019/ ISSN 2422-7226)

Quedan menos de 20 días de campaña y las tendencias muestran que las fuerzas mayoritarias perderán votos por la grieta y el bipartidismo, pero la merma no incidirá en la definición final que se redimirá en la turbulenta, volátil y cambiante Caleta Olivia. Ciudad compleja y conflictiva donde revisten un estimado de 44.000 electores potenciales, un 9% de indecisos y las principales mujeres que acompañan las fórmulas de históricos competidores.

Los dirigentes –noveles o históricos- caminan las calles sonriendo, escuchando y prometiendo cambiar la realidad de una economía y situación social que genera miedo vivirla. Mediante el “contacto directo”, con nuevos maquillajes y pocas ideas innovadoras, algunos sueñan con ganar desde adentro del partido del FRENTE DE TODOS (“Frente para la Victoria”); otros sueñan con una NUEVA SANTA CRUZ (“Cambiemos”) que termine con casi 30 años de Kirchnerismo.

Pero lo importante es que han florecido mil flores y que la democracia sigue motivando emociones, esperanzas, creencias y riesgos. Riesgo a perder “lo conquistado” o que se modifique el paradigma político funcional a la forma que asume la democracia, la economía, la ciudadanía y el exceso de cultura política patriarcal -que entre otras cosas- silencia de la agenda política al diferente y las identidades de género.

Es que en estas elecciones, ningún candidato alternativo se proyecta para instituir una tercera vía que rompa con la dicotomía de la grieta o entusiasme por innovación creadora. Esta idea se refuerza en el hecho de que nadie logra desmarcarse en porcentajes factibles de cambiar las preferencias de las principales fuerzas en pugna. Quienes pretenden asumir este lugar, no pueden justificar una cultura política que ellos mismos construyeron. Por lo demás, las principales fuerzas políticas han puesto todo en la “parrilla” (sus mejores y peores candidatos) y con esta ingeniería, han aumentado el voto indeciso, al ser muy evidente que líderes testimoniales (ex intendentes en todas las localidades) nunca asumirán el cargo de diputados si ganan. Esta verdad es tan indudable que una parte de los ciudadanos se sienten anticipadamente “moralmente estafados” y recomiendan “miren el suplente” y definan su voto.

Quienes piensan y viven de la política, advierten también, que el nivel de riesgo pendular que promociona la grieta en Santa Cruz fija dos verdades indiscutidas. En principio se reconoce que se está ante un escenario electoral de final abierto. Al mismo tiempo hay acuerdo sobre el hecho de que asistimos al eventual fin de ciclo generacional de la política. Alicia Kirchner, Eduardo Costa, Daniel Peralta, Omar Latini, entre otros -ya históricos- podrían agotar su legitimidad para siempre la noche del 11 de Agosto del 2019.

En medio de estos panoramas, nadie debate sobre los discursos erráticos de la campaña en curso. Quienes saben de contenidos electorales, advierten que prometer “recuperar la cultura del trabajo y el desarrollo productivo” interesa a muy pocos, y mucho menos a los jóvenes santacruceños, que conforman un significativo porcentaje del electorado. Para éstos, en muchos casos se trata de un discurso sin sentido práctico, pues a excepción de quienes se sienten comprometidos o familiarizados con sindicatos productivos -en su gran mayoría- todavía prefieren trabajar en el Estado, y más de un 30% de la población ha construido su identidad familiar en torno al empleo público. De hecho, más del 70% de los candidatos a la legislatura provincial son empleados públicos.

Se trata en definitiva de asumir o silenciar que estamos ante un círculo vicioso, de reproducción de gran parte la clase política, que se recicla en nuevos puestos, sin mayores niveles de comprensión de la economía real. ¿Quién ha cuestionado la economía rentística estatal, la expansión del capital transnacional con bajo compromiso territorial y casi nulo desarrollo industrial?; ¿Quién aborda los problemas del patriarcado en la cultura política y en especial en las instituciones del Estado?; ¿Quién ha propuesto que las identidades de género asuman protagonismo real en la vida política democrática?.

Otro riesgo a considerar, además del fin de ciclo, del final abierto, y de contenidos de campañas, es que esta elección continúa regalando “un caramelo envenenado” que hay que masticar a regañadientes: la Ley de Lemas. Esta herramienta es de alto rendimiento ante una ciudadanía desinformada o ignorante de las ingenieras electorales.

Lamentablemente, los discursos políticos prefieren personalizar en tal o cual candidato, que mostrar con transparencia a quien se representa verdaderamente. Es por esta vía que se refuerza la complicidad en el bipartidismo, que arrastrará el voto de los ignorantes y los desinformados, mientras que los informados y formados cívicamente se correrán primero a la indecisión, luego al voto en blanco o directamente no irán a votar.

Final abierto, fin de ciclo, caramelos envenenados, coexisten con la intención del recambio generacional que se insinúa con varios soñadores: Claudio Vidal, José María Carambia, José Blassiotto, entre otros, se proyectan para permanecer o desaparecer. Como dato de color, el patriarcado que señala su continuidad en la política santacruceña, permitió que la vieja política en franca retirada, “eligiera” varias mujeres candidatas a Vicegobernadoras. Estas fueron “seleccionadas” para tabicar a ex aliados y hoy rivales. No sabemos si ellas traccionarán electorados para marcar la diferencia desde sus capacidades, pero lo que sí podemos asegurar, es que entre el amor y los profetas del odio de la ciudad, ellas optan por la primera opción, y pueden dar sorpresas inesperadas para sus detractores y envidiosos.

Pero las elecciones se ganan con votos y estos se cuentan de a uno. Cuando los finales son abiertos, se puede suponer que todavía nadie es el dueño del voto del ciudadano desinformado, del ignorante o el que valora por formación cívica la importancia de su decisión. Sin embargo, algunas certezas hay; quienes saben de estadística, aseguran que hay un piso o núcleo duro del 30% que es inamovible del legado del Kirchnerismo. Este lineamiento que hoy representan Claudio Vidal y Javier Belloni junto a Alicia Kirchner, se contrapone con el de Eduardo Costa, quien sabe que del 70 % que nunca votaría al Kirchnerismo, sólo un 23% puede llegar a votarlo en términos personales. El otro 47% se encuentra en un río donde los peces no son suyos. Estos pertenecen a algún aliado -que algo puede sumarle- pero allí también se encuentran tirando la carnada tanto Javier Belloni, Claudio Vidal y Daniel Peralta. ¡El río esta revuelto! y llama la atención como muchos se esfuerzan por pescar donde habrá pesca segura; otros “hacen como que hacen”; y otros sueñan con que una foto en las redes sociales los justificará para -que el día después- no sean castigados o condenados a resignarse y que nada ha cambiado: ¿usted en dónde se ubica señor lector?

Por MPG – Empoderar RS

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