Situado en las cercanías de Puerto Deseado, Cabo Blanco conforma parte de los atractivos turísticos que ofrece esta ciudad costera a sus visitantes. Aquí la naturaleza se manifiesta en su máxima expresión y nos hechiza con su encanto particular vestido de azul y blanco.
(Año 1 /Edición Nro. 31 /02 de Febrero de 2015/ Puerto Deseado). Esta reserva natural, fue creada mediante decreto por el Gobierno Nacional en el año 1937 con el objetivo de para proteger la fauna que habita en ese área natural. Este es un lugar que resulta muy atractivo para los que gusta disfrutar de sitios naturales, safaris, travesías, construcciones históricas y fauna en estado salvaje.
Para llegar a Cabo Blanco, el visitante debe recorrer aproximadamente 90 kilómetros sobre una extensa llanura que nos muestra a su paso diversas especies de animales como guanacos, choiques, y maras, con paisajes patagónicos que invitan a disfrutar a turistas y a visitantes locales, de amaneceres y atardeceres únicos en el planeta. El acceso desde Puerto Deseado se realiza tomando la Ruta Nacional Nº 281. Más adelante se toma a la derecha por la Ruta Provincial Nº 14 y luego la Ruta Provincial Nº 91.
Un faro vigía de la inmensidad del mar y la naturaleza
Al llegar al lugar, uno puede divisar a la distancia un faro, el cual comenzó a funcionar en el año 1917; el nombre de este, proviene del Cabo Blanco sobre el cual se encuentra construido, el cual fue bautizado por Hernando de Magallanes de esta manera debido al color que le dan los depósitos de guano de las aves del lugar. A partir de allí, apareció con este nombre en las cartas de navegación.
Faro-Cabo-Blanco
El faro de Cabo Blanco, con 100 años de vida, se encuentra ubicado en un afloramiento rocoso, el cual es parte de un sistema mayor rumbo Norte –Sur de pórfidos riolíticos. Este faro fue construido para ayuda y seguridad naval, con un poder lumínico de 14 millas náuticas, ubicado a 87 metros sobre el nivel del mar. Para llegar a lo alto del mismo, uno debe ascender más de 100 escalones desde donde se obtendrá una inmejorable vista de los islotes habitados por lobos marinos.
Asimismo, este lugar constituye uno de los apostaderos de lobos marinos de uno y dos pelos más numerosos del país; durante muchos años se los había cazado y se había utilizado su cuero y su grasa para subsistencia y abastecimiento (s. XVIII y XIX). Se creía que era una especie en extinción permanente, pero hoy se encuentra totalmente regenerada.
Lobos Cabo Blanco
Este afloramiento contiene amplios bancos de moluscos, especialmente mejillones, cholgas y lapas, los cuales componen el alimento de lobos marinos y aves. De este modo, para los amantes de la vida al aire libre y de la fauna en su hábitat natural, también pueden disfrutar durante su visita la presencia de grandes colonias de lobos marinos, cormoranes grises, imperial y de cuello negro, así como también la figura ocasional del pingüinos de Magallanes.
Un poco de historia…
Cabo Blanco también ha sido testigo de la existencia y el paso de pueblos originarios, ya que fueron hallados en el lugar boleadoras, anzuelos, puntas de flechas y arpones de hueso. “Posiblemente sean los antepasados de los grupos indígenas que encontraron los primeros colonizadores europeos” y se cree que denominaban al lugar como “Yenkaike”, o Vigía del Mar, según expresa Iscar Payaguala, descendiente de Tehuelches.
Siendo reflejo de la historia, y de nuestros antepasados, en el año 1898 se solicita el pedido de mensura de una mina de sal en la salina cercana, además de funcionar por un tiempo una estación telegráfica con el objetivo de mejorar las comunicaciones estratégicas y comerciales que hicieran los buques de escuadra y de la marina mercante.
En agosto de 1901, el ministro de Marina se dirige a la Dirección General de Correos y sugiere la conveniencia de que la línea telegráfica que se extenderá desde General Conesa a Cabo Vírgenes toque Cabo Blanco. De este modo, allí se anuncia que se instalará un faro y un semáforo por su prominente ubicación geográfica. Hoy el visitante podrá ver abandonadas las dos construcciones que sirvieron de sede al viejo correo y un cementerio con 11 cruces de madera blanca a pocos metros del mar.
Casas de Cabo Blanco
Por otro lado, actualmente, los hombres de la Armada Argentina, específicamente del departamento de Balizamiento, cumplen funciones de mantenimiento del faro y de los paneles solares que el servicio de Hidrografía Naval ubicó allí en el año 1993, para automatizar el funcionamiento de la señal.
Asimismo, cada año, el tercer fin de semana de Agosto, se celebra “el Fin de semana Internacional de los Faros”; siendo el radio Club de Puerto Deseado, el encargado de prender los equipos y representar a Faro Cabo Blanco en este encuentro de Faros Argentinos y numerosas estaciones sudamericanas.
De esta manera, mediante el mantenimiento de la tradición, de la historia y de una Reserva Natural que se refleja como un espacio único en el mundo, Cabo Blanco invita a todos aquellos que deseen deleitarse con esta conjugación magnífica de elementos, en donde el aire de mar, el sol, sus especies y formaciones rocosas, dan una sensación aventurera diferente de todo lo que pueda existir.
Por TJZ para Observador Central
