Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

El Peronismo en Caleta Olivia. “Alea iacta est”

ISSN 2422-7226

La democracia peronista redimirá una interna con final abierto. Sin posibilidad de unificación entre el FpV, y quienes representan el Partido Justicialista, se dará finalmente una batalla para mirar con cuidado. Unos ganaran y otros perderán, pero quienes queden en el lugar de perdedores deberán enfrentarse a lo inevitable: desaparecer como generación de la política o aceptar los hechos. Para unos podría significar perder privilegios provinciales; para otros podría significar el repliegue de la vida pública. Nadie se resiste a desparecer gratuitamente, “la suerte está echada” y lo inevitable está a punto de suceder.

(Año 2 / Edición Nro. 85/ 31 de Octubre de 2016 / Provincia de Santa Cruz).

Quienes profesan por origen y corazón la doctrina Peronista en Santa Cruz, saben que las circunstancias son poco felices. Más de una década de gobierno del FpV en el escenario nacional, obligó al frentismo provincial a replegarse en el Justicialismo buscando a la vez una unificación partidaria con los viejos emblemas y blasones del general.

Entre quienes disfrutaron las mieles del poder de la línea inaugurada por el extinto Néstor Kirchner,y quienes fueron excluidos de ese sueño mágico que culminó en diciembre del 2015, existe una línea divisoria que por ahora infranqueable. La división se profundiza con la auto defenestración del ex Gobernador Peralta, quien de Presidente del Partido Justicialista pasó a ser un desaparecido que intenta desde su herencia construir otra cosa para evitar lo inevitable.

Es verdad que desde el FpV provincial hubieron varios promotores de la unificación partidaria. Propusieron estar a la altura de las circunstancias históricas para superar las exclusiones, ahora que la Ley de Lemas exige pensar el Peronismo total. Belloni, Matías Mazu, representaron esta iniciativa que fue enterrada en el encuentro de los Antiguos de Agosto pasado.

La negación de la línea de identidad justicialista, tuvo su respuesta Política. El FpV se apropió del Partido Justicialista mediante una simple estratagema de ingeniería de avales. El aparato funcionó y ganó sin jugar. La fuerza del primer golpe no ofreció resistencia en el Justicialismo ortodoxo y además ofreció ejemplos de “París bien vale una misa”. La nota de color de lo que en el peronismo se llama técnicamente traición, la encaró el Intendente de Los Antiguos. Sindicado como heredero de los “gordos” antigüenses se sintió acorralado dentro del propio justicialismo por quienes no le otorgaban dotes para conducir, entonces sucedió lo inevitable “París bien vale una misa”. Así de detractor del FpV  paso a integrar una lista ganadora sin ir a elecciones.

En Caleta Olivia, hoy el Partido Justicialista permanece bajo el control de una línea denominada “Identidad Peronista” y anti kirchnerista liderada por el ex diputado provincial Echevarría. Este, junto a un grupo de militantes justicialistas logró hace unos 3 años hacerse con el partido local. Por entonces el FpV no ofrecía resistencia, las mieles del poder estaban en Buenos Aires. Hoy ese escenario no está más, y tal vez, este sea el principal error de cálculo que hoy amenace la victoria de su candidata a Presidenta del Partido Justicialista Angelina Zapata.

El FpV ha salido a dar batalla para recuperar el Partido. Esa es la bajada oficial del FpV a nivel Provincial. Por ello, no fue raro que se unificaran sus líderes históricos como Rubén Contreras, María Ester Labado y Fernando Cotillo. Todos éstos comparten una foto que algunos sospechan está pegada con “poxipol”. Figuras como Juanjo Naves y Rubén Contreras en la Lista Blanca “suman y restan entre los Peronistas” sostienen desde los opinadores en “off”.

Desde el espacio que lideran los Frentistas, se justifica la necesidad de recuperar el partido por considerarlo vacío de política y de gestión de “viejos carcamanes” lo definieron como un lugar donde “se toma mates” y no se “trabaja”. Por ello, proponen el juego de renovar la militancia y “trabajar”.

Desde quienes se definen con Identidad Peronista en el justicialismo local se negaron a la unificación. Consideraron insalvables las diferencias con una lista que aceptó concentrar el poder del Partido en Río Gallegos y sacar toda representación a los afiliados Justicialistas de Caleta Olivia. “El Peronismo de Caleta Olivia no tiene peso en la Lista Provincial que se autoproclamo” afirman desde la línea de «Identidad Justicialista».

Otra diferencia sustancial, estaría dada con ciertos dirigentes del FpV y sus entornos familiares. Los históricos “Carcamanes” atinaron como gesto de unidad aceptar la afiliación de un grupo de unos “50 afiliados” que se acercaron como Descamisados”.  Estos finalmente, aceptaron la afiliación y luego cerrarían filas con el FpV. Dieron su primera lección “para un peronista no hay nada mejor que otro peronista”.

Hoy los históricos del Partido, saben que el “aparato” para ganar elecciones lo dispone el FpV, así parecieran entender con cierto orgullo que con venta de locros solidarios no se puede financiar una campaña. Se aferran y sienten depositarios del contenido del peronismo local y esperan dar la gran batalla desde los valores doctrinarios.

Caleta Olivia será un ejemplo testimonial de esta batalla simbólica. Desde distintos ángulos de Río Gallegos las miradas en off están puesta en este lugar donde habrán urnas. Todos hacen sus apuestas y sus inversiones, pues saben que, sí el FpV es derrotado en Caleta Olivia, sería el fin de los privilegios para varios en la Capital. Varios de ellos ya contribuyeron con la derrota de Fernando Cotillo en el año 2015 en las municipales, momento crucial en el que no aportaron ni con el 3% del electorado general.

En esta batalla peronista que se redime en un pueblito azul, unos ganarán y otros perderán. Por ahora, ya hay un ganador si de pensar el futuro del Partido Justicialista se trata: “el egoísmo”. Este que viene arrastrado al conjunto del peronismo y que explica con bastante visibilidad porque Caleta Olivia no tiene un gobierno de cuño Peronista.

Por Ignacio Guillotín para Observador Central

 

Download PDF
Año - Edición -

No hay comentarios

Agregar comentario