Año 5 / Edición XXXV / Caleta Olivia / 9-10-2020 / ISSN 2422-7226
Nuevamente el Secretario de Coordinación del municipio de Caleta Olivia fue protagonista de una situación poco feliz con ciudadanos que se manifestaban pacíficamente en inmediaciones del edificio comunal.
Momentos de tensión se vivió esta mañana en la Municipalidad de Caleta Olivia tras llevarse a cabo una nueva manifestación por parte de cientos de comerciantes que le exigen al ejecutivo municipal volver a abrir sus puertas.
Producto de las últimas medidas establecidas por el Comité Operativo de Emergencia y que tienen vigencia hasta, en principio, el 11 de octubre, gimnasios, centros deportivos, escuelas de danzas y otro rubros comerciales como los paseos de compras que aglutinan a más de 60 familias, perdieron todo tipo de ingreso económico tras prohibirle la apertura comercial.
El malestar surge debido a que en la ciudad existe un porcentaje de comercios que, con protocolos vigentes y siguiendo el cronograma único de circulación, pueden continuar abriendo al público.
Es así, que durante el transcurso de esta semana, los rubros perjudicados y que representan, según la Secretaría de Producción «un 8%», vienen llevando adelante una serie de manifestaciones y marchas que hasta el momento no arrojó resultados positivos, debido a que las autoridades locales no están dispuesto a reestablecer la apertura de estos comercios por el momento.
Hoy en la nueva convocatoria frente al edificio comunal, los vecinos colgaron pancartas en la entrada al edificio y banderas mientras esperaban que algún representante del ejecutivo los atendiera y les diera una solución.
Fue el propio secretario de coordinación, Juan Carlos Gómez el que salió por la puerta del despacho de intendencia, pero para sorpresa de todos los presentes, Gómez no salió a atender el reclamo u oficiar como mediador del conflicto, como sí lo ha hecho en otras oportunidades, sino que el Secretario decidió quitar todas las pancartas pegadas, hacerlas un bollo frente a los manifestantes e ingresar nuevamente al despacho.
En un acto de provocación, a los pocos minutos el video se viralizó y fue el propio Gómez quien se escudó en declaraciones radiales a FM Vanguardia al decir: «no creo que esta sea la manera, que se manifiesten no hay problema, pero con este nivel de agresión es difícil ya que la municipalidad debe utilizar fondos de los vecinos para realizar los arreglos por los hechos ocurridos», sostuvo.
Cabe aclarar que el edificio comunal no sufrió ningún daño material (como se observa en el video) por haber pegado con cinta adhesiva una serie de pancartas en la puerta de ingreso.
Al parecer los más de 200 días de cuarentena ya comienzan a pesar y desgastar entre los responsables de conducir las áreas de gobierno. Son los propios funcionarios quienes deben bregar por la conciliación a través del diálogo.
En tiempos de solidaridad, habría que preguntarle a Juan Carlos Gómez si podría serlo con todas esas familias que no tienen otra forma de llevar un mínimo ingreso para subsistir en medio de esta pandemia.