Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

El esqueleto de un hombre Mapuche sera restituido a su comunidad de Rio Turbio

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Año 7 / Edición XLVII / Rio Turbio / 15-11-2021 / ISSN 2422-7226 

Con intervención del Equipo Editor del Observador Central

El esqueleto completo de un mapuche asesinado en 1888 tras ser acusado de robar un poncho y cuyo cadáver fue desenterrado y entregado al Museo de La Plata para su exhibición, será finalmente devuelto a su comunidad por esa institución.

El presidente de la UNLP firmó una resolución, ad referéndum del Consejo Superior, donde ratifica la aprobación por unanimidad por parte del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata.

La historia de Michel consta en un libro de la expedición que encabezó Santiago Pozzi en 1897-1898 por el sur argentino, donde narra que Michel fue acusado de robar un poncho y asesinado por un miembro de la expedición del Museo de La Plata de un disparo.

Michel tenía la cara pintada con ocre y encima un triángulo negro, según el relato de Pozzi, que detalló que la comunidad reclamó el cuerpo, que fue devuelto por los miembros de la expedición y la comunidad lo enterró con sus ceremonias tradicionales.


En 1888, en el momento de su asesinato, la comunidad a la que pertenecía Michel reclamó su cuerpo, que les fue devuelto y lo enterraron, pero Pozzi anotó las coordenadas del entierro y diez años después, en su viaje de 1898, regresó, desenterró el cuerpo y lo llevó al Museo para su exhibición. En la resolución Nº 113/20 del 20 de septiembre de 2021, sobre la restitución de Michel a la Comunidad Mapuche Millanahuel de Río Turbio, provincia de Santa Cruz.

Una vez que esa casa de altos estudios apruebe la restitución, Michel será entregado a la comunidad Millanahuel de Santa Cruz, que espera concretar su enterramiento según los rituales de su pueblo.

Luego de un exhaustivo análisis por el personal de la División de Antropología los restos se identificaron de manera fehaciente, se reunió toda la información disponible, incluidos datos que surgen del Diario de Pozzi, y se lo puso a disposición de las comunidades reclamantes. Ellas son la comunidad Mapuche de Millanahuel de la localidad de Rio Turbio, departamento Güer Aike, provincia de Santa Cruz, con personería jurídica desde 2012; y una comunidad de Santa Cruz, perteneciente al pueblo Aonikenk (tehuelche) que presentó un árbol genealógico que permitiría reconocerlos como sus legítimos descendientes.

El antropólogo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Fernando Miguel Pepe, dijo que «este es un hecho que se enmarca en la política pública de reparación histórica para las comunidades originarias y es también una política inédita en nuestra región; hoy estamos reescribiendo la historia».

«Cada restitución de un asesinado en el marco del genocidio hacia nuestros pueblos originarios es una reparación para todas las comunidades y está en especial para el pueblo Mapuche en este momento nuevamente está en la mira de intereses inmobiliarios», sostuvo.Y reflexionó: «La visibilización del genocidio que han sufrido, en este caso a través de las restituciones de los prisioneros de la ciencia, es fundamental para entender el actual estado de situación».

El antropólogo aseguró que «nos dio mucha fuerza la última restitución, en octubre, del cacique Polvareda, y tanto el cacique Qom Darío Pereyra como la defensora de los derechos humanos Cintia Chavez nos impulsaron a seguir realizando restituciones ya que ellos potenciaron nuestro trabajo realizando una restitución que pasará a la historia por lo emotiva y convocante».

María Millanahuel, referente de la comunidad, expresó que «para nuestra gente, nuestra comunidad, y por sobre todo para nuestro pueblo Mapuche, es muy importante esta restitución, para afianzar aún más la permanencia de nuestra gente en esta zona, en la provincia de Santa Cruz, por nuestra preexistencia a los estados y a los límites fronterizos».

«Esta restitución nos refuerza como comunidad y como pueblo, nos da fuerza para continuar con la recuperación de lo que nos han quitado», remarcó.

Sostuvo que «nos sentimos muy contentos y agradecidos por el acompañamiento de mucha gente en este proceso y sobre todo de comunidades de Chubut, Santa Cruz y de otras provincias. Ahora queremos darle un buen descanso y así que pueda continuar su ciclo como corresponde, como lo concibe nuestra cosmovisión», dijo María emocionada.

«Petu mongeliñ», afirmó María en lengua mapuzungún y que significa «aún vivimos».

Desde el inicio de la pandemia del COVID-19 se trataron otras dossolicitudes de restituciones. El 8 de Septiembre de 2020 se aprobó restituir los restos wichi a la “Organización Kijianteya del pueblo Wichi”, y el 27 de Noviembre de 2020, la restitución de restos de un individuo de nombre Maish Kenziz, a la comunidad Yagán Bahía Mejillones de Chile.

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