Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

Represas en el Río Santa Cruz: Disputa por activos ambientales

ISSN 2422-7226

Las futuras represas sobre el Río Santa Cruz, constituyen un ejemplo concreto de un proyecto de gran escala económica- financiero y ambiental con impacto directo en el territorio. El debate actual, tiende a instalar en la opinión pública -casi con exceso- una agenda mediática focalizada en la transparencia y el ambiente. En este artículo no desconocemos ese debate, pero nos concentramos en reflexionar sobre los intereses territoriales y comunitarios en el actual escenario del capitalismo global. En esta dirección interpelamos el Proyecto de Represas en tanto actividad capitalista a la luz de otros tipos de proyectos, también capitalistas,  que disputan territorio, recursos naturales y culturales en nombre de la preservación de la biodiversidad y del ambiente.

 

(Año 2 / Edición Nro.79 / 10 de Febrero de 2016 / Provincia de Santa Cruz)

En la Provincia Santa Cruz, su Estado a través del Gobierno resulta ser el comitente territorial que ha dispuesto para el territorio y la Argentina el usufructo de las aguas y tierras aledañas para la construcción de las denominadas represas Kirchner y Cepernic.

El Gobierno Provincial, en coordinación con el Estado Nacional, viene generando las condiciones legislativas, de permisos ambientales y de recepción de comunidades de impacto, para que la responsable ejecutora UTE “Represas Patagónicas” realice en 66 meses la Obra. Dos represas que serán gestionadas y administradas por el comitente nacional, quien tendrá la administración de la energía, hasta la cancelación del crédito Chino. Estamos refiriéndonos a la Subsecretaría de Recursos Hídricos del Estado Nacional.

Originalmente el Ministerio de Planificación Federal delegó la inspección de obras sobre los avances ejecutados por la UTE “Represas Patagónicas” bajo responsabilidad de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). A su vez, la UTE encargó los estudios de impacto ambientales a una consultora privada. En consecuencia, Subsecretaría de Medio Ambiente de Santa Cruz, UTE, Universidad Nación de La Plata y Consultora han sido responsables del diseño ambiental que viene interviniendo en el Río Santa Cruz.

Los detalles anteriores, en muchos casos son desconocidos por la ciudadanía de Santa Cruz; inclusive para muchos actores políticos, institucionales y económicos de la Provincia. Por lo contrario, la agenda mediática impuesta en la opinión pública ha concentrado el debate en la presunta falta de transparencia ambiental y financiera.

Sin duda, que la transparencia económica y ambiental, son trascendentales, pero también lo son una serie de tópicos vinculantes a este mega proyecto, que parecieran ser soslayados a consecuencia de la imposición de la arista política que involucra un proyecto de esta naturaleza de estricta racionalidad capitalista. Es decir de intereses económicos en juego.

En nuestra perspectiva, se excluye del debate ciudadano, poner en debate un aspecto sustancial para Santa Cruz: El desarrollo. Necesitamos interpelar el Proyecto de Represas también en términos de mejora de la calidad de vida de las presentes y futuras generaciones de las comunidades afectadas, y a la luz de las características que asumen los comportamientos de las distintas racionalidades capitalistas presentes en Santa Cruz y que se vinculan con el desarrollo desde el medio ambiente.

Dicho de manera más específica, no suelen ser objeto de debate público aspectos sustanciales tales como el lugar del Estado Provincial en relación con el capitalismo global y corporativo; las disputas entre actores capitalistas de las distintas dinámicas productivas y de servicios por el uso del espacio y recursos del territorio; el lugar de las permanentes actualizaciones de tecnologías de información aplicadas en los Proyectos de tipo capitalista; el lugar de las racionalidades ambientales en juego para con el territorio; el lugar de la calidad de la clase política representando a los ciudadanos del territorio; el lugar de la racionalidad de los movimientos ambientales y de los trabajadores ante el capital el Estado y la sociedad; el lugar de la naturaleza y sus recursos naturales y culturales, etc. Todos éstos tópicos constituyen una agenda de problemas de conocimiento del campo del desarrollo de Santa Cruz y que hoy son escasamente explorados desde el conocimiento elaborado.

Comprender en sintonía fina desde una perspectiva territorial -y en particular Santacruceña- el impacto del Proyecto Represas, exige seguidamente construir miradas superadoras de la agenda mediática. Una de esas miradas consiste en entender que este Proyecto debe ser inscripto dentro de un escenario regional donde el territorio patagónico es objeto de disputas por el uso de sus aguas y territorio.

Las denominadas represas Kirchner y Cepernic, constituye un proyecto que en nombre del desarrollo fue imaginado a lo largo de todo el Siglo XX. Imaginado cuando su legitimidad ambiental era prácticamente indiscutida. Sin embargo, su implementación real se ejecutará paradójicamente en un contexto donde los aspectos ambientales son agenda de discusión de movimientos ambientales por parte de agentes predominantemente extraterritoriales.

Sabido es hoy que, las nuevas tecnologías ambientales mitigan impactos negativos que hubieran sido insalvables en el Siglo XX. La resolución técnica dada en el EIA del Proyecto de Represas en Santa Cruz, en particular al tratamiento respecto a la cota del Río Santa Cruz en relación con el Lago Argentino, y este con los glaciares constituye un hecho inédito y empírico sin precedentes en materia de tecnología ambiental diseñada en su ingeniería.

A pesar de lo anterior, hoy a nivel planetario los movimientos anti represas, buscan imponer la ejecución de presas productoras de energías y considera obsoleto, hablar de grandes proyectos como el que ha comenzado a implementarse en Santa Cruz en plena primera mitad del Siglo XXI.

Ante semejante tensión que ocurre a nivel de países altamente desarrollados nos preguntamos: ¿Sigue siendo válido para Santa Cruz poner en marcha un Proyecto de Represas para disponer de energía en el territorio y por extensión de transmisión al resto del país?; ¿La ejecución de las represas garantizarán energía a la Provincia de Santa Cruz para generar las condiciones de industrialización definitiva de la provincia?; ¿Seremos capaces de gestionar la combinación exitosa de fuentes de energías de la provincia con conexiones a las comunidades a la vez que con el interconectado nacional?

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Ex Presidente de Chile Ricardo Lagos con Douglas Tompkins

Si a los interrogantes anteriores pudiéramos responder colectivamente que sí, entonces estaríamos realizando un primer proceso general soberano de consulta ciudadana acerca de la validez de producir este impacto propio del Siglo XX en pleno Siglo XXI. Pero este requisito, no debe ser solo aplicado al tema energético asociado a las hidroeléctricas,  sino al conjunto de actividades capitalistas que interaccionan con la naturaleza y utilizan el capital del medio ambiente.

En efecto, otra novedad que vincula nuevos cuestionamientos al Proyecto de Represas es la interpelación que comienza a instalarse en la agenda mediática en nombre de la preservación de la biodiversidad ambiental del Río Santa Cruz y su área de influencia. Es así, el pasado natural y cultural, son objeto de nuevos cuestionamientos ambientales realizados en la prensa nacional e internacional durante el mes de enero por la viuda de Douglas Tompkins ante el presidente Macri.

Mauricio Macri  y Kris Tompkins - Enero de 2016

Mauricio Macri y Kris Tompkins – Enero de 2016

Esta nueva interpelación, en que sintonizaron intereses por la biodiversidad y políticos, corresponde específicamente a una extendida práctica de la ideología del Conservacionismo global que viene acumulando exitosamente una serie de activos ambientales (Naturaleza y Patrimonio Cultural) en Argentina y Chile. Con estrictas señales eugenistas para la preservación de la biodiversidad, este movimiento económico y ambiental es estratégicamente llevado adelante por los herederos y seguidores del extinto conservacionista Douglas Tompkins.

Douglas Tomkins, lideró pública y abiertamente, un explícito y sistemático trabajo conservacionista mediante fundaciones y campañas de comunicación. El rotundo fracaso de los Proyectos de Hidroaysén en la XI Región de Chile, saben con precisión los resultados de una campaña comunicacional que Hidroaysén ganó demasiado tarde en la zona de impacto directo y perdió en las oficinas presidenciales de derechas e izquierdas.

 

Miche con Bachelet

Michelle Bachelet con Kristine McDivitt – Viuda de Tompking – Enero de 2016

 

El activismo ambiental conservacionista, suele pasar casi desapercibido, en medio de tantas racionalidades ambientalistas de distinta calidad y en medio de quienes consideran que la prensa diaria representa la verdad de la realidad real. De hecho,  no debemos sospechar de las buenas intenciones de Land Trust, o suponer que “algo esconden”. NO adherimos a esta teoría. Si tenemos derechos a preguntarnos si estamos ante una estricta racionalidad ecológica altruista con signos eugenistas y/o ante un tipo de racionalidad capitalista de expansión territorial de acumulación sistemática de activos ambientales?. Actividad económica y ambiental -que sustentados en una filosofía del eugenismo- compra bienes de capital disponibles (Naturaleza) en territorios periféricos como la Patagonia.

 

douglas tompkins con Presidente de Chile Piñeira

Director de Tompkins Conservation Chile Hernán Mladinic, el Ministro del Medio Ambiente Pablo Badenier, el ex Presidente Sebastián Piñera, Douglgas Tompkins. Fuente: http://www.tompkinsconservation.org

 

La mercantilización de la naturaleza, no es una teoría o una imaginación de fantasía en cuanto a una forma que asume la dinámica del capitalismo global con foco en la Patagonia. Nuestro enfoque sostiene que, estamos ante batallas que libera el capitalismo en el territorio por el uso de activos económicos ambientales.

Paisaje, aguas, tierras, patrimonio cultural y natural, son bienes de capitales -es decir activos ambientales- que asumen las nuevas formas de acumulación del capital global en relación a determinados lugares del planeta como la Patagonia. En este sentido, y prescindiendo de los nobles propósitos de conservación de biodiversidad, creemos seriamente, que sería ingenuo suponer adscribir a cualquier teoría de conspiración del movimiento ambiental liderado hoy por los herederos de Douglas Tompkins y sus fundaciones propias y aliadas.

Sí, debemos ser capaces, al igual que lo hacemos con la dimensión ambiental de cualquier actividad del capitalismo, de interpelar el planteo Conservacionista en cuanto a qué beneficios de redistribución de la riqueza que representa conservar la biodiversidad propone para las ciudades de la Patagonia Argentina y Chilena en términos de teoría del desarrollo que portan sus promotores. Interpelar en este sentido significa disponer del derecho ideológico, teórico, político y económico a interrogar un negocio como lo haríamos desde los derechos territoriales con cualquier otra actividad económica.

Desde lo estrictamente político, es que hasta ayer, esta forma de capital transnacional, fue favorecida explícitamente por el propio gobierno Kirchnerista para disponer de activos ambientales a través de Parques Nacionales (APN) y específicamente en Santa Cruz y con la concurrencia activa de varias fundaciones ambientales que en menos de cinco años lograron plasmar en Santa Cruz un importante avance en el proyecto del uso del espacio para el Proyecto del fallecido Douglas Tompkins.

 

Por Magister Mario Palma Godoy*

* El autor se ha especializado en los problemas culturales del desarrollo en Patagonia Austral en el campo público y privado. Actualmente es Docente-Investigador en la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y Director del Instituto de Economía Trabajo y Territorio (ITET) sede Caleta Olivia. Provincia de Santa Cruz.

 

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