Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

Brenda, la primera trabajadora trans de la Universidad Nacional de La Pampa

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Año 7 / Edición XXXIV / La Pampa / 16-08-2021 / ISSN 2422-7226  

Con intervención del equipo editor del Observador Central

Brenda tiene 38 años e ingresó a partir de la convocatoria que formuló el rectorado de esa casa de estudios para ocupar un cargo destinado al colectivo trans, con una capacitación previa, luego de una resolución aprobada por el Consejo Superior.

A pasos de entrar al edificio del rectorado de General Pico, está el escritorio de Brenda Maya, quien lleva adelante desde hace poco tiempo algunas de las tareas administrativas, tras resultar seleccionada en un concurso para cubrir ese cargo y convertirse en la primera trabajadora del colectivo trans en ingresar a la Universidad Nacional de La Pampa.

«Estoy viviendo un sueño, todo era inimaginable. De las calles, la noche, la violencia, la explotación y los miedos a un escritorio, a un trabajo digno, a un lugar seguro, porque las calles son un viaje de ida, nunca sabés si hay vuelta y si regresás, nunca sabés cómo volvés», declaró visiblemente emocionada.

Más allá de su flamante actividad laboral, reivindica su pertenencia al colectivo trans, en el que sigue militando. Al respecto señala: «La lucha sigue, por todas, para que podamos tener la posibilidad de tener un trabajo digno que nos saque de las calles, porque la prostitución es explotación y ninguna queremos eso, queremos trabajar y soñamos con una realidad diferente», señala.

Admite que «si bien se ha avanzado mucho en derechos, para nosotras falta, por eso la continuidad de la lucha, porque queremos igualdad de oportunidades, porque la discriminación por nuestra identidad persiste, porque no nos dan trabajo porque lo que elegimos ser y porque nos merecemos una vida digna».

A las 13 horas deja la oficina y se va a su casa, la misma en la que nació y que su familia le cedió tras la muerte de su madre. «Mañana de nuevo me levantaré temprano, algo que aún me cuesta porque tengo el sueño cambiado, pero es empezar el día feliz, porque éste es el mundo que nunca imaginé vivir pero estoy viviendo y el mundo que imagino para mis compañeras, con quienes seguiré luchando para que todas pueden tener un futuro digno, sin miedos, sin explotación», concluye.

Fuente: Portal de noticias web “Télam” 15/08/2021

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